Escoliosis idiopática

La escoliosis idiopática es una curvatura anormal de la columna vertebral cuya causa es desconocida. Se manifiesta generalmente durante la adolescencia y se caracteriza por una curvatura percibida en la radiografía en forma de «S» o «C». A pesar de ello, la escoliosis es una deformidad tridimensional que implica, no únicamente una desviación lateral, sino una rotación de los cuerpos vertebrales en la zona de la curva.

La escoliosis idiopática se clasifica en tres tipos principales según la edad en la que se manifiesta:

  • Escoliosis Idiopática Infantil: de 0- 3 años.
  • Escoliosis Idiopática Juvenil: se presenta entre los 4 y los 10 años.
  • Escoliosis Idiopática del Adolescente: es la forma más común y se desarrolla en niños mayores de 10 años, típicamente durante la pubertad.

A diferencia de la escoliosis idiopática, la actitud escoliótica es una curvatura de la columna que puede ser causada por una mala postura o desequilibrio muscular, y no tiene una deformidad estructural permanente.

Diagnóstico:

El diagnóstico de la escoliosis idiopática ha de ser en primer lugar clínico. El examen físico incluye la observación de la postura del paciente y la realización de distintos tests, buscando asimetrías en los hombros, las escápulas y/o la cintura. La radiografía de columna nos ayuda a confirmar el diagnóstico y a determinar la magnitud y el patrón de la curvatura, así como a planificar el tratamiento. En algunos casos en los que se aprecie un patrón de curvatura no habitual (ejemplo: torácica izquierda), una progresión muy rápida, o déficits motores o sensitivos, será necesario solicitar alguna otra prueba complementaria.

Tratamiento

El tratamiento de la escoliosis idiopática depende de la gravedad de la curvatura y del riesgo de progresión. En los casos leves (por debajo de los 20º), que son los más comunes, se puede optar por el seguimiento periódico sin intervención. Para curvaturas moderadas a severas, el uso de corsés ortopédicos puede estar recomendado para detener la progresión de la deformidad hasta la maduración ósea. Existen distintos tipos de corsés, diseñados para proporcionar soporte y corregir la curvatura en diferentes grados y ubicaciones de la columna. En situaciones graves (por encima de los 45-50º) puede ser necesario realizar una cirugía para corregir la curvatura y estabilizar la columna vertebral. La decisión sobre el tratamiento debe ser tomada por un especialista, quien considerará el progreso de la curvatura y el impacto en la calidad de vida del paciente.

Si tu pediatra ha percibido alguna alteración postural, o manifiesta dudas en los controles habituales, te recomendamos consultarnos para una evaluación completa y un plan de tratamiento adecuado. La intervención temprana y un enfoque personalizado son clave para abordar esta condición de manera efectiva.